Argentina e Inglaterra, más parecidos que distintos en el fútbol
Buenos Aires — Protagonistas de una fuerte rivalidad dentro y
fuera del campo, el fútbol argentino y el inglés han caminado durante
años por senderos distintos. Sin embargo, tienen más puntos en común
de lo que parece a primera vista.
“La historia de los dos países parecería presentar muchas
diferencias, pero en el fútbol es mucho más aparente que real”,
afirmó a dpa el historiador Klaus Gallo, profesor en la Universidad
Torcuato Di Tella, de Buenos Aires.
“En los estadios ingleses, sobre todo en ciudades como Manchester,
Liverpool y Londres, se vive la misma carga de pasión que en Buenos
Aires, Rosario o Córdoba. El inglés es un pueblo muy apasionado por
el fútbol. Tanto es así que aficionados inglés viajan a Argentina
sólo para realizar tours de fútbol y ver partidos de Boca o River. Y
cuando regresan, lo hacen felices”, destacó Gallo.
Gallo vivió y estudió durante más de una década en Londres y Oxford,
entre las décadas de 1970 y 1980. Allí vio sus primeros partidos de
fútbol como hincha. Concurrió por primera vez a un estadio para ver
al Arsenal y pudo percibir el clima que tiempo después relató el
escritor Nick Hornby en su libro “Fiebre en las gradas”.
El historiador argentino publicó semanas atrás el libro “Las
invasiones argentinas”, en el que aborda el recorrido de decenas de
compatriotas suyos que llegaron desde 1978 hasta la actualidad al
fútbol inglés.
Juan Sebastián Verón (Manchester United y Chelsea), Jonás
Gutiérrez (Newcastle), Javier Mascherano (Liverpool) y Sergio Agüero
(Manchester City) son algunos de los futbolistas que siguieron el
camino que en 1978 abrieron Osvaldo Ardiles y Julio Villa cuando se
incorporaron al Tottenham Hotspur.
“A los dos los amaban y los adoptaron como propios”,
comentó Gallo. Lo mismo ocurre hoy con el entrenador argentino
Mauricio Pochettino, que mantiene al equipo en el segundo lugar de la
Premier League, muy cerca del líder Chelsea.
Ardiles y Villa estaban en Tottenham cuando estalló la Guerra de
Malvinas entre ambos países en 1982. Y el trato afectivo no cambió
con ellos durante y luego del conflicto bélico, recordó Gallo.
La rivalidad futbolística entre ambos se hizo evidente a partir de
mediados del siglo XX, siempre con el conflicto por la soberanía de
las islas ubicadas en el Atlántico Sur como escenario de fondo.
Cinco veces se enfrentaron argentinos e ingleses en los mundiales de
fútbol. La primera, en Chile 1962, terminó con el triunfo 3–1 de los
europeos en la fase inicial del certamen. Sin embargo, son los otros
cuatro duelos los que construyeron la rivalidad futbolística entre
ambas naciones.
En Inglaterra 1966 volvieron a ganar los locales 1–0 en los cuartos
de final tras un polémico arbitraje. El partido es recordado por la
expulsión del capitán argentino Antonio Rattín, que al retirarse del
campo de juego estrujó una bandera inglesa. “Animals”, le gritaron
los aficionados en el estadio de Wembley.
Veinte años después, solo cuatro después de culminar la Guerra de
Malvinas que enfrentó a los países entre abril y junio de 1982,
Argentina venció 2–1 a Inglaterra en el Mundial de México 86 con dos
goles de Diego Maradona, el primero con la “Mano de Dios” y el
segundo tras eludir a cinco jugadores en el “Gol del Siglo”.
Volvieron a verse en Francia 1998, cuando los argentinos se
impusieron en la definición por penales tras igualar 2–2. Aquella
tarde en Saint Etienne fue expulsado David Beckham luego de que Diego
Simeone, actual entrenador del Atlético Madrid, simulara un golpe
grave del volante inglés.
Cuatro años después, Beckham tuvo su desquite al convertir de penal
el 1–0 frente a Argentina en el Mundial de Corea del Sur-Japón 2002.
Sin embargo, entre el fútbol argentino y el inglés hay también muchas
similitudes, insiste Gallo. Pese a las diferencias de presupuesto
entre sus clubes y a que la violencia sigue enquistada en el fútbol
argentino mientras el Reino Unido logró erradicarla, “el clima y la
pasión” de los hinchas distinguen por igual a ambos países.
“El jugador argentino que se incorpora a un equipo de Inglaterra se
siente tan cómodo como en su país… Culturalmente el vínculo es muy
fuerte y nunca va a extrañar el clima y la pasión que demuestran
su afición”, señaló el historiador.
Además, fueron los mismos británicos quienes llevaron el deporte al
sur del continente americano, siendo en 1867 el primer partido
registrado en suelo argentino.
La nota original fue publicada el 26 de abril de 2017 en la agencia de noticias dpa